¿Queda alguna empresa sin página web en 2020? Puede parecer que no, pero por un sencillo planteamiento: quien no tiene presencia online, no existe. Quien no está en internet es como si no estuviera. La importancia de la presencia online trasciende inmensamente la barrera entre lo virtual y el mundo real, ya que no es más que el altavoz para que quien nos conozca en la red se interese por nosotros y luego nos conozca más allá de las pantallas. Si todavía alguien se pregunta por qué tener una página web, la respuesta es fácil: sale más caro no tenerla.

Mientras lees esto, centenares de webs son lanzadas a internet. ¿Qué beneficio tiene eso para una empresa? El mercado cambia a pasos agigantados y, actualmente, los consumidores necesitan referencias online a las que acudir antes de comprar un producto o contratar un servicio. 

Muchas empresas siguen preguntándose por qué tener una página web con un enfoque erróneo: piensan que, si todo va bien, no es necesario ese gasto, ni en una presencia online ni, por ejemplo, en rediseñar un logotipo o una imagen corporativa de hace 20 años. Pero la visión debería ser otra: no es un gasto, es una inversión.

Un buen diseño web puede ayudar a mejorar la imagen que una empresa quiera mostrar y, con ello, llegar a más clientes potenciales. En un solo clic, pueden mostrarse servicios, productos, formas de contacto, valor añadido, visión, misión, valores… Y, por supuesto, la ubicación en la que quien quiera puede conocernos en persona.

¿Por qué tener una página web? El Instituto Nacional de Estadística nos argumenta con datos lo que es una realidad a gritos en el sector: en el año 2019, en España, cerca del 91% de la población de entre 16 y 74 años utiliza habitualmente internet. Es decir, 31’7 millones de personas se asoman a un escaparate en el que solo aparecen aquellos negocios que apuestan por su presencia digital.

Lo caro no es invertir en una página web. Lo caro es no hacerlo y dejar que sea la competencia la que se coma esa tarta y ocupe un mayor porcentaje de un escaparate en el que caben más negocios.

La página web como herramienta práctica

Apostar por una página web no es únicamente una herramienta de marketing enfocada a darnos a conocer a quienes todavía no lo hacen: también puede ser una centralita de contacto para que quien ya nos compra pueda llegar hasta nosotros de forma más directa.

Gracias tu página web corporativa, los clientes no solo podrán ver los servicios que ofreces o el producto que buscan antes de visitar tu establecimiento: tendrán un centro de atención a sus consultas abierto las 24 horas del día y los 365 días del año. En internet no hay persianas bajadas. Aunque la respuesta no sea inmediata, ¿por qué esperar para hacer la pregunta?

Una página web es un empleado más de la empresa. Supone una inversión, sí, pero su retorno es mucho mayor. Además, ¡trabaja todos los días sin descanso! Gracias a buenas prácticas como el trabajo SEO, la web podrá recibir cada vez más tráfico, aparecer cada vez más arriba en Google y convertir con mayor eficacia esas visitas en clientes reales.

Un foco de publicidad permanente a un bajo coste. Si no estamos en internet, es imposible controlar lo que pueda decirse de nosotros ahí. Aunque tener una web no nos dará todo el control, sí hará que, al menos, nuestra presencia online se traduzca en un altavoz propio, y oficial, en el que contar aquello que queremos. Con unos gastos de mantenimiento de lo más frugales, podemos publicitar diariamente nuestra actualidad, nuestros cambios y todo aquello de nuestro negocio que merezca la pena conocer. 

¿Por qué tener una página web? Hacerse esa pregunta en 2020 sale muy caro. Mientras algunos todavía se la hacen, su competencia está en internet captando diariamente a clientes que posiblemente puedan recibir un mejor servicio en otro lugar.

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